Siempre he dicho que ser del Madrid o del Barça y celebrar sus éxitos, es como ir a un “Peticlub” y creerte que has ligado. No tiene mérito ninguno.
Los clubs de fútbol forjan su grandeza en batallas épicas, desde las Termópilas a Stalingrado. Las peores batallas, para sus mejores guerreros.
Si el fútbol es el deporte rey, en gran medida se lo debe a la épica de muchos equipos, que sorprendieron al mundo con una victoria que, por inesperada, por el vasto sacrificio y por inteligente, fue colosal.
Ha ocurrido muchas veces y se repite cada domingo. No sólo en las grandes finales televisadas a todo el mundo, sino en muchos partidos de diferentes categorías, en diferentes países, en juveniles y en alevines; victorias colosales que hacen grande nuestro fútbol.
Nuestro Valencia no merece sufrir como está sufriendo y todo el universo fútbol debería venir en su ayuda, porque nosotros hemos contribuido a la grandeza de este deporte y no merecemos desaparecer. Son muchas las grandes batallas libradas y muchas también las colosales conquistas. Y si no que le pregunten a quien para mí encarna uno de los entrenadores más brillantes, genio y figura de la historia del fútbol: Brian Clough.
Brian Clough, con célebres frases como: “No diría que soy el mejor entrenador del mundo, pero sí que estoy en el Top-1” o “dicen que Roma no se construyó en un día. Pero ese trabajo no me lo dieron a mi”. Con estas frases ya pueden imaginar que es el antecesor a Mouriño, pero no es del todo cierto. Clough era más educado y quizás aún más punzante.
En el Derby County y sobre todo en el Nottingham Forest, clubes en los que su recuerdo ha quedado inmortalizado: por una estatua en las afueras del estadio del Derby, por un tramo de la autopista A52 entre las dos ciudades (Brian Clough Way), el trofeo jugado entre estos dos equipos (el Brian Clough Trophy) y en el estadio del Nottingham todo un lateral lleva su nombre “Brian Clough Tribune”.
Clough cambió ambos clubes de arriba abajo, ascendió a los dos a la primera división inglesa y ganó la Liga Inglesa. Con el Nottingham lo hizo inmediatamente y tras ese título de liga, 2 Copas de Europa consecutivas. En tres temporadas los aficionados del Nottingham pasaron de celebrar el ascenso a la primera división Inglesa, a pasear dos copas de Europa por las calles de su ciudad.
Tras ganar su primera Copa de Europa, en 1979 y la Supercopa de Europa, un año después el Nottingham, completó su triplete europeo al vencer al Hamburgo que contaba con el ídolo Ingles Kevin Keegan, en la final de la Copa de Europa de 1980 y eso le daba derecho a luchar por la Supercopa de Europa de 1980.
El Valencia C.F. para la temporada 1978-79 dio la baja a futbolistas de peso y se renovó con fichajes muy importantes entre los que destaca Bonhoff y Solsona.
El éxito se alcanzó en la Copa del Rey — en octavos de final nos enfrentamos al Barcelona, perdiendo en el Nou Camp por 4 a 1 — con todo perdido el Valencia tuvo que apelar a la épica y para mayor gloria de este deporte derrotó al Barcelona en el entonces, Luis Casanova por 4 a 0 , para pasar a la siguiente ronda y así hasta la final, que, como no podía ser de otra manera, nos tocó en gracia el Real Madrid.
Con la famosa camiseta de La Senyera de Ressy, diseñada para la ocasión, el Valencia puso el orgullo y el juego y se llevó la final con dos fantásticos goles del Matador, no sin antes fallar el Real Madrid un penalti y birlarnos el árbitro un penalti a nuestro favor.
Campeones de la Copa del Rey del 79 obtenemos el pase a jugar la Recopa de Europa.
El Valencia tuvo una brillante trayectoria. La eliminatoria más difícil fueron los cuartos de final, jugados otra vez contra el Barcelona. En el Nou Camp ganamos 0 a 1, jugando muy bien al contragolpe.
El partido de vuelta (un 19 de Marzo) el Valencia tuvo que jugar a lo grande para doblegar a un Barcelona peleón. El resultado final fue 4 a 3, con goles de Kempes, Bonhoff y dos de Saura.
La final contra el Arsenal fue un partido horroroso: muy duro y poco fútbol. Terminó con empate a cero y el campeón se dirimió en los penaltis. El Valencia fue justo ganador de la Recopa de Europa de 1980. Lo que nos daba derecho a luchar por primera vez en nuestra historia por la Supercopa de Europa. de 1980
Final a doble partido. La ida en Inglaterra en el campo del Nottingham. El Valencia golpeó primero, 1 a 0 en el minuto 47. Gol de Dario Felman. El asedio que sometió el Nottingham a la portería valencianista dio sus frutos y en los minutos 57 y 89 dieron la vuelta al marcador con el resultado de 2 a 1.
El partido de vuelta fue más duro que la ida. Brian Clough no quería que se jugara al fútbol aquella noche. Estaban delante en el marcador, pero el Valencia en el minuto 51 después de una gran jugada consiguió marcar y ponerse por delante. Los siguientes 39 minutos fueron titánicos. El Nottingham quería encerrar en su área al Valencia y el Valencia no quería caer en los errores que cometió en el campo del Nottingham. Por lo que mantuvo un partido abierto con oportunidades en ambas porterías y el marcador no se volvió a mover.
El Valencia se proclamó Campeón de la Supercopa de Europa de 1980 y fue el primer equipo español en conseguirlo, privilegio que ostentó durante 12 años.
Los Clubs de fútbol forjan su grandeza en batallas épicas, desde las Termópilas a Stalingrado. Las peores batallas, para sus mejores guerreros.
AUTOR: VICENTE QUIRÓS
Muy interesante
Cómo me dijo una vez Mangriñán «No eres grande por lo que ganas, si no por a quien se lo ganas, y sobre todo como lo ganas»
Este artículo es un fiel reflejo de lo que Mangriñán decía, somos grandes por qué hemos ganado a los más «poderosos».
Los «grandes» a base de talonario ¿pueden decir lo mismo?