El jueves pasado se conoció la salida de la plataforma unificadora ‘De Torino a Mestalla’ de algunos grupos bastante representativos de lo que es el sentir actual del valencianismo en sus distintas vertientes. Libertad VCF, así como Ciberche y ‘Últimes vesprades a Mestalla’, emitimos sendos comunicados, de mayor o menor amplitud, en nuestras redes sociales, significando nuestro descontento y posterior abandono de la asociación antes referida, por desavenencias con algunos de sus miembros. Así como Juan Martín Queralt le parecía a quien aquí escribe una figura unificadora y digna de admiración por sus intentos y logros en materia de unión y valencianismo, demostrado con el paso de los años, otros representantes, también en opinión de quien aquí junta estas letras a nivel individual, no parecían tener las mismas intenciones, o al menos no lo demostraban con la misma claridad.
A veces, y hablando del máximo representante de la plataforma, ser demasiado benevolente y querer la cordialidad aún a costa de todo lo demás puede resultar complicado, cuando no directamente contraproducente. Aún cuando el fin último que uno desee alcanzar sea loable, no todo el mundo comparte esa intención y darse cuenta resulta difícil en según qué circunstancias.De todos modos, compartir decisión con un miembro unipersonal como le consta a quien aquí escribe que es Ciberche, de sobrado y reconocido valencianismo, expresado constante, diaria y exageradamente en su labor de recopilación de datos referidos a la entidad de forma completamente altruista, hasta el punto de que hay advenedizos que dicen colaborar con él simplemente por el caché que eso significa, no puede por más que hacerle sentir a uno mismo que está en lo acertado.
También, el hecho de que la otra asociación antes aludida, ‘Últimes vesprades a Mestalla’, cuyos escritos son referentes de pasión por el club, incide en el sentimiento que uno pudiese tener, y que ya hemos comentado en el párrafo anterior, de, al menos, saber que se está actuando, acertada o equivocadamente, en pos del bien del Valencia C. F. Es por eso que lamentando el hecho de que ahora nos dividamos, en el momento en el que más nos necesita el club, puesto que tenemos al virus, nunca mejor dicho por la situación socio-sanitaria que se está viviendo a nivel global, instalado en nuestras propias entrañas, y ante el cual hay que tomar medidas, así como se han tomado, a otro nivel y en otros ámbitos, para combatir el nefasto ‘Covid-19’, hay que alejarse un poco para reconsiderar posturas. Como bien han dicho todos nuestros representantes allá donde han participado en entrevistas radiofónicas, seguimos trabajando desde la sombra para conseguir ese 5% que tanto bien nos haría, puesto que significaría poder saber fehacientemente, como ya hemos ido comentando todo este tiempo, qué se está cociendo en el seno de la entidad, con la intención de averiguar qué es lo que de verdad mueve a los actuales poseedores de la mayoría accionarial a actuar como actúan .Según tiene entendido quien aquí escribe, se han recibido presiones ya por parte de representantes del club para frenar las actuaciones que se están llevando a cabo.
Quizá otras agrupaciones puedan acabar cediendo ante ellas a cambio de algún tipo de beneficio espurio. Nosotros, y creo hablar en nombre de la asociación en su conjunto, no lo haremos. Si se estableció un objetivo, fue con la clara intención de conseguirlo. Le pese a quien le pese, y cueste lo que cueste. En Málaga, el precedente evidente y espejo en el que nos podemos mirar, fue la Asociación del Pequeño Accionista quien, temiendo por el valor de sus títulos y movidos por su claro sentimiento malacitano, enarboló la bandera de la oposición ante los desmanes del supuesto jeque. En nuestras tierras, como su semejante cree que mantener a los actuales máximos accionistas hará que no descienda el valor de sus títulos representativos de una parte de la entidad, nostálgicos, quizá, de aquellos tiempos en los que una sola acción valía 600 euros, tenemos que ser otros los que nos movamos en esa dirección. Por tanto, no cejamos en nuestro empeño por conseguir aquello que nos propusimos desde un inicio, y todo aquello que hagamos se hará con ese cometido. Si se trata de entorpecer esta labor, o rivalizar por ansias de protagonismos pueriles para conseguir otro tipo de prebendas, tomaremos las decisiones que creamos oportunas, como las que esta misma semana se han anunciado, puesto que además de la salida de la plataforma inicialmente unificadora se ha comunicado una ampliación de la demanda que puede ayudar en nuestro principal cometido. Y, como hemos referido anteriormente, compartir movimientos con gente a quien, al menos quien aquí escribe, se tiene en tan alta estima por su probada implicación en todo lo relacionado con el vínculo ‘ché’, reafirma una postura dolorosa pero, quizá, absolutamente necesaria.
Escrito por Albert Deruelle
Tenemos que seguir el ejemplo de Málaga y Sevilla. Que curioso verdad? no creo que haga falta decir que especiales son esos dos lugares. Pues con ese espíritu ganador rubricado en sendas plazas, tenemos que alcanzar el 5% (como el Sevilla FC) para volver a conseguir viejos laureles.