¡Ring! …. sonó puntual el timbre del telefonillo como cada Domingo de partido . 

Pilar, mientras terminaba de envolver los bocadillos se apresuró a abrir sin necesidad de preguntar quien era , eran ya mas de 10 años que Javier , su hijo ,semana si semana no , se acercaba por casa de sus padres a darles un beso y recoger el bocadillo antes de entrar en Mestalla . Esta vez era especial , era el primer partido de Pablo , el hijo de Javier. 

Pilar abrió la puerta al oír el ruido del ascensor : 

  • ¿Qué tal hijo?
  • Muy bien mamá , tu …. ¿cómo vas? 
  • Bien cariño , cansada , siempre cansada ,contestó Pilar mientras achuchaba a su nieto , quien inmóvil sonreía mientras su abuela lo zarandeaba .  

 Javier atravesó la puerta , colgó las chaquetas en el perchero y arrastrando los pies , antes de entrar al comedor , se giró hacia su madre : 

  • ¿ Como sigue ? , preguntó señalando el comedor . 

Pilar bajó a su nieto a tierra ,: 

  • Mal Javier , mal . Como siempre .

Contestó Pilar mientras disimulaba recolgando las chaquetas .

El comedor de la Torre 82 daba directamente a la Avenida Suecia , era Domingo y sonaba a futbol . Se escuchaba un rumor constante , roto de vez en cuando por risas, re encuentro de amigos cada 15 dias , tracas , petardos , gritos o alguna que otra sirena; pero de fondo el rumor . Ese rumor que solo se escucha en los barrios de Mestalla las tardes de futbol .

No era un comedor muy grande , alargado , lleno de muebles , acogedor . Una mesa con cuatro sillas , un par de aparadores con miles y miles de fotos familiares , y al fondo un conjunto de sofás alrededor de la tele . En uno de ellos , en silencio , con la mirada perdida , estaba Francisco . 

Francisco era alto , delgado , bien parecido , un galan de los de antes , pelo cano , bien peinado . Tenia las manos apoyadas en una manta a cuadros rojos y negros , unas manos firmes , con dedos largos , que cosieron mil y un trajes no hace mucho , Francisco habia sido sastre , de los mejores de Valencia . Hoy sus manos ya no eran  tan firmes y los años habian dejado sus marcas y algun que otro temblor . 

Javier se acercó despacio como quien entra a una clase empezada ,  mientras apremiaba a su hijo a acercarse con él , miro a su padre , y levantando la voz : 

  • Papa , papa , hola . Como estas ?Mira quien ha venido . Es Pablo , tu nieto . Mira que mayor está . Hoy es su primera vez en Mestalla . Se va a sentar en tu sitio . Que te parece papá? Tu sitio papa , a mi lado .

  …. ¡Eh Pablo ! , miraba a su hijo . Hoy ganamos seguro . 

Pero Francisco no contestó , ni siquiera cambió el gesto . Seguía inmóvil mirando la tele apagada . Hacia tiempo que ya no contestaba , no reía , no conocía ni escuchaba a nadie , ni siquiera a aquel viejo transistor , siempre con él , que tantas tardes había sonado . 

Javier se giro hacia su madre , con los ojos llenos de lagrimas y con la voz cortada le dijo : 

  • Nos vamos mamá , que llegaremos tarde . 

Pilar volvió de la cocina , le entregó la bolsa con los bocadillos ,las servilletas y la bolsa de pipas , como siempre . 

Javier se acercó a su padre , se agachó y le besó en la mejilla , justo antes de incorporarse su padre le cogió la mano , se la cogió como hacia años que no lo hacia , fuerte , firme y mirándolo a los ojos le dijo : 

  • Amunt fill meu , amunt .  

AUTOR: FERNANDO MARTÍNEZ

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