Lo vemos en muchas películas. Necesitamos un superhéroe que nos libre del villano. Los de las películas suelen llevar máscara y capa y los hay de todos los colores con poderes variopintos: corren rápido, tiran de todo (hielo, fuego, rayos, piedras y hasta telarañas)… Y hay uno, sobre todos, que nos podría valer: el icónico Batman. Pero es que no recuerdo qué poderes le adornan. Le recuerdo un “poquet figamolla y sang d’orxata” y, además, no es de carne y hueso. Definitivamente Batman no nos vale.
De carne y hueso ha existido William Wallace, que ya por entonces coreaba nuestro nombre por las tierras de Escocia en sus batallas contra Inglaterra “Libertaaaaad”; otros más exóticos como Toyotomi Hideyoshi, hijo de un simple campesino, que comenzó su carrera militar desempeñando tareas de poca importancia. Siendo la más conocida y célebre la de portador personal de las sandalias de su señor feudal. Y que llegó a unificar Japón, acabando así con las guerras intestinas del Japón feudal. También Patrice Lumumba héroe congoleño que consiguió la independencia de Bélgica, que en los actos conmemorativos de la independencia, en el Palacio de La Nación en LeopoldVille (la capital del Congo), y estando presente el Rey Balduino de Bélgica; pronunció un discurso denunciando todas las aberraciones a las que había sometido a su país. Este discurso, conocido por el discurso de la independencia congolesa, se considera un momento histórico en la independencia del Congo.
Andaba yo con estas tribulaciones, cuando recordé nuestro héroe valenciano, que lo tenemos. Que no tenemos que irnos tan lejos, ni pedir ayuda a Donald Trump (por mucho que lo hayamos visto enfrentarse a los asiáticos). Y lo tenemos, precisamente, para demostrar que el “meninfotisme” es un cuento chino.
Estoy hablando ni más ni menos que de FRANCESC DE VINATEA, que tenemos su escultura ahí, en la Plaça del Ajuntament. “Míralo, qué bonico está”.
Allá por el año 1330 el Rey Alfonso el Magnánimo, casado con Leonor de Castilla, había decidido dividir el Reino de Valencia para satisfacer a su esposa. Entregando, así, vastos territorios con poblaciones importantes a merced de Castilla. Las distintas villas afectadas pidieron ayuda a los jurados del cap i casal y estos eligieron como representante a este hombre morellano de nacimiento y vecino de Valencia después: FRANCESC DE VINATEA.
— Yo me aventuraré a plantear la cuestión ante el Rey y no rogaré por mi vida y si me mata el Rey, moriré por lealtad, por lo que si yo me aventuro, vosotros, los demás jurados, bien podéis acompañarme.
Y ante el Rey, pronunció el siguiente discurso:
“Me maravillo del Señor Rey y todo su Consejo, de las donaciones que ha consentido, cuando no podía separar dichas Villas del Reino de Valencia, si lo hacia Valencia no sería nada, pero ellos no consentiría dichas donaciones, las contradirían y que se maravillaba de él y de su Consejo y los llamaba traidores.
No cambiaremos de opinión, aunque me separe la cabeza del cuello, o nos mate a todos, y os prometo señor, que si yo muero no escaparan ninguno de estos que están aquí, todos morirán a espada y vos señor, y la reina y el infante Don Fernando.”
— Estas palabras querías oír. — Increpó el Rey a la reina.
— Señor — replicó ella— , estas palabras no las consentiría el Rey Alfonso de Castilla, nuestro hermano, porque él los degollaría a todos.
— Reina, reina. Nuestro pueblo es libre y no está sojuzgado, como el pueblo de Castilla, porque ellos me tienen a mi como a Señor y nosotros a ellos como buenos vasallos y compañeros— Sentenció el Rey.
Como veis, nada que envidiar a los héroes de tierras lejanas por muchas películas que les hagan en Hollywood.
¿Y qué hay del famoso Meninfotisme? Pues que es una mentira y nosotros, los valencianistas, lo sabemos muy bien. Somos mucho más conocidos por inconformistas.
En toda España nos acusan de que nunca estamos contentos con ningún entrenador, que protestamos por todo, que no deberíamos aspirar a ser grandes… No entienden que nos afectara al tamaño de las meninges no haber ganado una Champions o dos (que las pudimos ganar cuando el todopoderoso Barcelona sólo tenía una) y que aún estamos a tiempo de ganarla antes que el Atlético de Madrid.
Por todo esto, nosotros, los valencianistas, sabemos que no somos Meninfots. Al contrario somos apasionados, somos soñadores, amamos nuestras costumbres y defendemos nuestros símbolos. ¿Conoces algún otro lugar del planeta Tierra donde se defienda y se discuta más por la receta de su plato típico? Esas cosas sólo ocurren aquí.
Así sabemos que no va a ser difícil encontrar héroes de carne y hueso que se unan a Libertad, en nuestra lucha por la democratización del Valencia C.F. Ya has dado el primer paso, entrando en nuestra web y leyendo este artículo, asóciate y participa en los debates. También puedes llegar más lejos en tu compromiso, si así lo deseas.
Necesitamos superhéroes de carne y hueso. ¿Quieres serlo tú?
Te esperamos.
AUTOR: VICENTE QUIRÓS